El Gobierno griego ha decidido de forma imprevista
y mediante decreto cerrar la televisión pública estatal ERT y poner en
la calle a sus 2800 trabajadores obedeciendo así las imposiciones de la
Troika, que le exige desprenderse de 2000 empleados públicos este año y
15000 el próximo.
La decisión ha sido tomada en solitario por
la formación conservadora Nueva Democracia, sin contar con el resto de
los socios de la coalición gubernamental. Un nuevo ejemplo que deja en
evidencia el funcionamiento del teatrillo que interpretan los
representantes de la “democracia”, unos simples títeres en las manos de
los que de verdad parten el bacalao en Europa: el FMI y sus amigas las
multinacionales.
Desde la sección sindical de CNT en RTVE
queremos transmitir todo nuestro apoyo y solidaridad a los compañeros de
la Radio Televisión pública griega. Pese a las mentiras
tranquilizadoras de los políticos, nosotros sabemos que la intención del
gobierno español es la misma que la del griego: acabar con lo público.
En nuestro sector, han caído Canal 9 y Telemadrid, y TV3 está en la
cuerda floja. A nosotros nos precarizan cada vez más con bajadas de
sueldo y recortes en el convenio y nos amenazan con despidos. También
estamos sufriendo las consecuencias de la pésima gestión de unos
directivos que, con la excusa de la crisis, han desmantelado este medio
de comunicación para ponerlo al servicio de intereses privados.
Por eso entendemos y sabemos lo que ahora
mismo están sufriendo nuestros compañeros griegos y les animamos a no
cejar en la lucha por un servicio de comunicación público plural,
democrático y al servicio de los ciudadanos. La información y el
servicio público de radiotelevisión son derechos ciudadanos que no
pueden estar al servicio de oscuros intereses económicos ni al dictado
de organismos que ni representan al pueblo ni han sido elegidos por él.
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